Guido, de 17 años, llegó a su casa de Belgrano con tres amigos para buscar su bicicleta. Dos entraron con él y otro se quedó en la puerta. Desde el patio, el joven escuchó que su amigo estaba discutiendo a los gritos con alguien en la calle y salió a ver qué pasaba. Descubrió que dos hombres y una mujer estaban corriendo al amigo y trató de defenderlo. Pero recibió una terrible paliza y terminó internado con una puñalada en un riñón, otra en un ojo y al menos 23 cortes en su cuerpo.
La víctima y sus amigos declararon luego ante la Policía que los agresores eran un grupo de jóvenes skinheads (cabeza rapadas) de entre 25 y 30 años. Ahora buscan a los dos hombres y la mujer. El ministro del Interior Aníbal Fernández, dijo ayer que no hay un rebrote racista, que la Policía trabaja para resolver el caso y que no existe relación entre este episodio y el sucedido hace dos meses cuando un joven fue asesinado a puñaladas por "skinheads." Justamente ayer hubo un nuevo detenido en esa causa.
El nuevo ataque, que se dio a conocer ayer, ocurrió la madrugada del domingo en Crámer entre Blanco Encalada y Monroe. La víctima llegó al hospital Pirovano con una corte que le había perforado cinco centímetros un riñón y otro en el ojo, que le hizo estallar la córnea. Ayer, su estado era delicado y permanecía en terapia intensiva.
Guido vive con sus padres y sus tres hermanos en una casa antigua de Crámer al 2400. El joven está cursando el cuarto año del bachillerato en un secundario estatal de Belgrano.
"Guido entró con dos chicos a casa para buscar sus bicicletas. León se quedó en la puerta. Mientras esperaba, pasaron dos hombres y una mujer que empezaron a insultarlo. Mi hijo escucho los gritos y salió para ver qué pasaba", explicó la madre.
Según la mujer, cuando Guido salió a la calle vio que tres personas corrían a su amigo y trató de defenderlo. "Pero los hombres de la cabeza rapada lo agarraron a él y empezaron a golpearlo salvajemente. Luego escaparon en un auto", contó. Por los golpes, la víctima quedó tirada en el piso. Cuando se acercaron sus amigos vieron el corte que tenía el joven en la cara. Enseguida buscaron un taxi y lo llevaron al hospital.
"Mi hijo nunca estuvo inconsciente. Hasta llegar al Pirovano Guido y sus amigos pensaban que sólo tenía el corte en el ojo. Pero en la guardia le sacaron la remera y vieron todos los cortes que tenía en el cuerpo y la puñalada en la espalda a la altura del riñón", dijo la mujer.
Fuentes del caso contaron que primero el joven fue operado por la perforación que tenía en el riñón. Más tarde, un equipo de cirujanos oftalmólogos del hospital Santa Lucía lo intervinieron para tratar de reconstruirle la córnea. Según los especialistas, Guido perdió el 90% de la visión de su ojo izquierdo.
"Me mostró sus heridas y le conté 23 cortes. Guido es un chico bueno que no se pelea ni en el colegio. Se metió a defender a mi hijo y éstos asesinos lo cortaron todo", resaltó Juan Carlos, el papá de León, luego de visitar a Guido en el hospital.
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